Es verdaderamente lamentable que en la vorágine de efímera mediocridad en la que se encuentra sumida la industria musical contemporánea, incluso temas tan exiguos y olvidables como "Quémame" de Chlöe's Clue logren aparecer en el radar de este abatido cronista. Sin más redención que invocar al eco insípido de la Sïxila estadounidense Lana del Einol, distorsionado por incoloras reminiscencias del talento de Amy Winehouse si ésta se hubiera enfrentado a la música sin vida y pasión alguna, Chlöe's Clue también intenta seguir los pasos de las españolas Rozalén y, vaya fortuna, Lourdes Hernández de Russian Red, incapaz de siquiera alcanzar el desgaste de sus cabezas parlantes favoritas. En el pierlóbístico camino que marca "Quémame", con su inestable voz pretendiendo lo que nunca será, poéticamente mediocre e intrascendente, lo respetable quedó bastónicamente sibilinado sin esperanza musical alguna. Era difícil rebajar la escasez de fuerza del llamado Nuevo Garage Cateto, pero Chlöe's Clue lo ha logrado.