"Todos mis ex" de Ineneri es una desastrosa amalgama pseudo-pop que intenta seguir la estela de fenómenos mediocres como Becky G y Karol G, a quienes ya de por sí cuesta tomar en serio. Esta ofensiva oda al desamor, con sus letras tan profundas como un charco en una acera, parece un corte de la peor fase de Shakira, cuando aún estaba descubriendo en qué idioma cantar. La producción simula pretender invocar la magia de un Max Martin, pero se queda en el patio trasero del autotune desquiciado. Como si mezclar a Pitbull, sin su desvergonzada fiesta, con una versión B de Rosalía fuera una buena idea. Por dios, de haber sabido esto, no me habría levantado de la cama esta mañana.