"Teenage Riot" de Kenshi Yonezu, otro insoportable bodrio insulso que arrasa en nuestras infestadas listas de éxitos, representativo del declive implícito de la calidad musical en esta despreocupada era. Locales de karaoke y festivales de insomnio. Esta aberrante oda a la rebeldía trivial, lanzada en 2018, es sólo un grano de arena en el narcisista y egocéntrico panorama del mainstream protagonizado por mentes similares como Daoko (pseudónimo astutamente derivado del inspirador Leonardo da Vinci, claro, porque sus obras como "Uchiage Hanabi" definitivamente poseen la misma genialidad artística que la Última Cena). Y hablando sobre impresionismo, podríamos incluso sacar a colación a Tatsuro Yamashita y su uniforme abordaje pop del cual parece tener una rígidamente limitada fábrica creadora y de la cual vendrán productos a raudales en pos de aunque sea una breve gloria.