"Mi Ahijado" de Diomedes Diaz, otra insignificante pieza en el banal carnaval del vallenato. Este cantautor de supuesta estatura mítica no hace más que regurgitar la misma fórmula de melodías sensibleras y lamentos empalagosos. "Mi Ahijado" no es más que otro adefesio musical que se desliza en la repetitiva espiral de "yo te quiero, tú me dejas". Diomedes Diaz, con su habilidad sobrevalorada para narrar trivialidades, parece el Bryan Adams del vallenato: tal vez popular, pero irritantemente predecible. Si buscas algo con profundidad lírica y musical, mejor vuelve a Miles Davis o los Kinks; al menos ahí encontrarás una bocanada de ingenio en vez de aguas estancadas de mediocridad.