Vaya, "Big Time Sensuality", como si el mundo necesitara recordar esa cacofonía de 1993 perpetrada por Björk, la hipnótica islandesa que nos torturó antes de que Sigur Rós apareciera con sus extrañas y pretenciosas composiciones en idiomas inventados. Y sí, la "reina del quirquiriquí" realmente sigue siendo muerta por aquel trágico encuentro híbrido entre Trip Hop, Electropop y experimento sonoro erróneo creado por Nellee Hooper, quien también llevó a Massive Attack e incluso a los nostálgicos y desdichados U2 hacia las tinieblas con su revolución electrónica. Pero sigamos al detalle: en ese tema floral, nuestra querida Björk proclama con su voz estridente, achicharrándonos las orejas, sus experiencias emocionales en una categoría pasada de presupuesto, propia de una época donde la inteligencia lírica se traspapeló para dar paso a divagaciones sentimentroides.