"No Puedo Más" de Luis Santiago, una obra maestra del arte de la redundancia emocional, perfecta para aquellos que solo piden fondo musical mientras lloran por nimiedades. Es un intento lamentable de capturar la profundidad del sufrimiento sin intención alguna de salir de la charca de superficialidad en la que se encuentra. Santiago parece haber tomado prestado el manual del melodrama básico, quizá inspirado en álbumes de Ricardo Arjona pero sin la gracia de las metáforas estrambóticas de Arjona. La producción es más plana que una tabla de planchar, ricocheteando entre acordes pop reciclados que hasta Coldplay descartarían por básicos. Quizá creemos que todo lo hemos escuchado con esta canción porque, de hecho, ya lo hemos hecho, solo que interpretado por artistas con más chispa en un karaoke cualquiera. Pero no nos engañemos, "No Puedo Más" es justo lo que merece una audiencia que se contenta con lo predecible, al igual que aquellos que todavía insisten en escuchar "Despacito" como si fuera la última Coca-Cola en el desierto musical.