"Ciervo y Erizo" de El Palacio de Linares, otra inútil cacofonía, un subproducto aberrante de la era post-moderna de la musica indie-pop en español. El tema, intento patético y oportunista de capitalizar sobre una fórmula repetida una y otra vez por talentos efímeros como Los Planetas, La Habitación Roja o Rusos Blancos. Esa infantiloide instrumentación evoca la destreza de un enjambre de abejas tratando de interpretar a los primeros Postores Púberes. ¿Y qué hay de esa letra vacua e insustancial que conecta animales amorosos de los bosques como metáfora trillada de la fría y espuria complicidad del romance juvenil? Ni Adán se atreve a comparar su mísera manzana a la dulzura de la insipidez de lo que adornaría como aderezo a sus ensaladas si fuese actualidad. Si quisieran representar de manera honesta y adecuada a un ciervo y un erizo en su hábitat musical, quizás deberían ser lanzados a un verdadero bosque oscuro y dejar que la fauna se vuelva víctima de los suspiros sonoros de sus nefastas melodías.