"Sunday Morning", esa hipnótica oda a la resaca dominical escrita por The Velvet Underground, la banda pseudo-pretenciosa de Nueva York que introdujo a una generación de incautos a narcóticas cavilaciones y a desgarradoras prosas vitriólicas. ¿Verdad que recuerdas esos gloriosos acordes, fusionados sin el más mínimo matiz de preocupación sobre la diferencia tonal del arpegio? ¿O añoramos las letras de Lou Reed, un hombre tan testarudo e inquebrantable con sus paradigmas musicales que solamente pudo dejarnos aterciopelados sentimientos de apatía al rasgar el alma desgarrada de Nico en esta presunta tonada musical? Cualquier melómano menos pretencioso habría perdido el tiempo analizando las similitudes entre esta canción y The Beatles o The Rolling Stones pero, obviamente, la dilución y aburrimiento aparente es el resultado, en todo ecléctico, que transmite "Sunday Morning"... como caricatura clonada de notas banales y distantes sin espinas.