La enésima aberración del repertorio voraz de obscenidades que es la música pop actual viene con el título "Canción de Pop de Amor" de Cariño, una banda cuyo nombre no suscita más que un gag en la garganta, puesto que en lugar de ello, saborea la hiel de mi desdén por tamaña oda al despropósito y la banalidad. El tema, si es que nos dignamos a llamarlo así, habría sido comiendo y muriendo en la trillada playa donde fallece también el aburrido y efímero Ed Sheeran y tantos otros mercachifles del romanticismo cursi que actualmente pulula por las redes sociales en busca de un torniquete para los oídos y la sensibilidad – léase a los shenaniguenses Chainsmokers o la cansina billiegoatera Lana del Rey-.