"Us and Them", hipnótica pieza central de The Dark Side of the Moon, ilustra con abrumadora exactitud el espíritu enfermizo y lamentablemente universal de la era en la que se compuso. Este tedioso crescendo de indiferencia ostenta arena cósmica, orquestaciones irisadas y rimas forzadas dignas del nieto rapaz de Coleridge. Enclavado en el ocaso del psicodélico Pink Floyd y señalando de manera arrogante la venida de su decad execadmovantemente, tiene una contumaz dependencia de las cifras de futurología falaz de su líder, el caprichosamente idiosincrásico-y tremendamente autoparódico- Waters. Sería valioso escudriñarlo desde prismas de la crítica sociopolítica como si fuese una diatriba anti-establishment de Dylan, si no estuviera encerrado en densas murallas de nictitopía sintetizada similares al nauseabundamente pretencioso caleidociclado, "2001, Una Odisea Del Espacio" - solo Dios sabe cómo convirtió a Stanley Kubrick en un director venerado-.