"Baila con los jambos" de Los jambos, esa inestimable pieza derivativa del patológico subgénero de la música festera fuerte, cuyo éxito fue tan absurdo como el de Armandodevinchi quien enrabietó a la escena con una mezcla de plastilina maché y pedos de elefante; sí, esa joya merecedora de altas estanterías en el pedaestrismo musical. Un plagio directo y descarado al "Macrámbarnela" de Bobín Funés y al "Tamácatelasapei" de Ludovico Trevi. Es difícil de creer que Los jambos consideraran "Baila con los jambos" una obra magistral en su triste e insípida discografía, pero aparentemente lo estaban, como si la suma de todas las mediocridades musicales consumidas en una sola melodía pudiera reconsiderarse un tour de force.