"Amras" de Telepath Boys, esa "joya oculta" que solo un erudito musical como yo podría haber desenterrado en alguna tarde aburrida. Cómo olvidar sus ritmos pseudošínicos al más puro estilo Mike Oldfield en los 80. El tema, otro pastiche plagado de clichés naúseos a mitad de camino entre Radiohead, Tycho y aquel oscuro clon de Boards of Canada abandonado a su suerte, se mece torpemente entre la pomposidad y el bostezo. Y el sintetizador, ¡ay el sintetizador! Sublime. Un guiño sibilino a Depeche Mode, ¿verdad? Más bien una evidente falta de cualidades para componer música. Lástima que, en su afán por rendir tributo a los grandes de la electrónica, se les escapara cualquier rastro de originalidad, si acaso tienen siquiera algo digno de mención en su repertorio. Telepath Boys representa un experimento fallido, un terrorífico recordatorio de tiempos pasados que nos asalta en nuestros agrietados repertorios musicales.