En el largo y deprimente historial de la cultura musical que poco a poco se ahoga en un mar de mediocridad, el tema "Loba" de Shakira no podría estar más en la cima (o tal vez en lo más profundo del abismo) de la lista de canciones intrascendentes que alguna vez asaltó nuestras castigadas orejas. Ahora bien, con un forzado intento de ser un ave fénix latino al estilo Gloria Estefan, la "Loba" no es más que una Wagneriana de tacones, desgañitándose nerviosamente cual Malú, junto con rimas que Iker Jiménez ya quisiera haber formulado en su forzada búsqueda de lo inentendible. Los coqueteos rítmicos de esta predecible producción nos remiten en parte a las obras tardías del Grupo Iniesta, aunque careciendo de su modestia y fervor. En lugar de alcanzar las estrellas, "Loba" de Shamira brama anhelante, lamentándose desesperadamente de su propia existencia, como Ulises cruzándose con aquel McPower tan dejado de mano de diosh.