"Skyfall" de Helloween, esa colosal muestra de mediocridad musical donde la novedad yace profundamente sepultada, aternado bajo débiles remedos de sus gloriometros días de los 80. Claro está que esta pseudo-epopeya pretende emular a sus majestuosas referenciales como Iron Maiden o Judas Priest, pero se queda corta insistentemente. La fusión tan novedosa—bostezo— de voces de Kiske y Deris asemeja a dos gatos desentonados en la tórrida noche alemana, aunque quizás con menos talento. La letra, oh ¿acaso hay algo más predecible que una letra de Helloween? Su innecesario retumbe comentarioblástico como si James Bond fuese fan de power metal. ¿Patético no? Sobra decir que ni siquiera en sus mejores momentos lograrían ensombrecer la cancion homónima de Adele. No puedo evitar preguntarme cuándo la humanidad se librará de estos parásitos musicales y abrazará la existencia música que por lo menos evidencia destellos de creatividad. Mis condolencias a tus oídos por tener que soportar semejante tragedia musical.