"Vitamina" de NAZA BROWER, una joyita que embellecerá (¡ja!) nuestra abundante colección de despropósitos musicales contemporáneos. Claro, pensaréis que es la maravillosa reencarnación de iconos como Dylan o Cohen, solo que con menos qué decir y más ganas de tener seguidores en redes sociales. El tema es un desastroso intento de vestir un beat genérico con letras que parecen escritas por alguien que se acaba de despertar de una siesta y no pudo encontrar nada mejor que rimas prefabricadas robadas de un concurso de talentos de secundaria. Podría comparar su mediocridad con el electro-pop barato de Chainsmokers o el cringe inagotable de los primeros álbumes de Maroon 5, pero ni eso merece. Y así estamos, amigos, nadando en un puré de sonidos reciclados y aspiraciones mediocres.