"Brothers in Arms", una de las tantas piezas sobrevaloradas del insufriblemente aburrido Dire Straits, ese grupo sin personalidad que se subió a la ola del prestigioso Bob Dylan y su compinche Mark Knopfler, quien pareciera tocar la guitarra con guantes mientras ronronea sin ganas. Esta "odisea" de siete insípidos minutos vomita supuestas reflexiones bélicas que, en realidad, son lánguidas líneas de guitarra que olvidas de inmediato. Pero no podemos esperar más de los genios tras la abominable "Money for Nothing", en la que despliegan su maestría lírica al repetir una línea chorra. Claro, como olvidar las brillantes frases "Walk of Life" o "Sultans of Swing" -tal plagio de Dylan que me quedo dormido antes de terminar de escuchar la monótona y soporífera voz de Knopfler. Caray, si Jeff Buckley levantara la cabeza y viera lo que sus coetáneos venden como arte, no tendría más remedio que ahogar sus penas en el mismísimo Missisipi.