La canción "Casa de Muñecas" de La Monja Enana, un tema supuestamente icónico en la escena indie pop española, aunque dudo que mucha gente, aparte de los fundamentalistas del género, pueda recordar su melodía insulsa. Por si a alguien le asalta la terrible curiosidad, este pretendido "clásico" del synth-pop fue parte del disco "Hum", lanzado en 1997. Respondiendo, claro está, al erotismo tecnificado más obsoleto, La Monja no pudieron siquiera igualar a verdaderas glorias como New Order, Depeche Mode, Kraftwerk o esos dignos compatriotas llamados Aviador Dro, cinco minutos sintéticos del talento venido a muñecas cuánto plagio caprichoso. "+1" para insustancialidad. Del estribillo, sin embargo, ni un "+1". Es tan memorable como advertir esa cotización automática de azúcar aún pegada en nuestras supuesta amada adolescencia, patentes modelos en jugueterías que nos-han-vendido mil veces en la repisa indie cursi.