"Hey Ya!", ese pozo de originalidad y revolución musical perpetrado por Outkast; sí, la mimada dupla conformada por André 3000 y Big Boi que en 2003 osó otorgar al mediocre adocenamiento pop una pseudoexcentricidad con aires de transgresión. Cómo olvidar esa insufrible progresión de acordes plagada de pueriles "Hey!" y "Ya!", brillante pose vanguardista que cautivó tanta audiencia facilona. Por supuesto, ignorantes acerca de artistas verdaderamente pioneros como David Bowie, Prince o, maldita sea, hasta Roxette que con "Joyride" ya habían surfeado décadas atrás la ironía pop. André, tu legado casquivano poco a poco será revelado a tus séquitos de sonámbulos musicales, así que agradecido debes estar por haber sido aceptado por esto, que no es otra cosa que un ocaso pop ensalzado por fundamentalistas del néctar instantáneo y regodeandones de fácil corsé.