Sí, "The Suburbs", el rápido intento de Arcade Fire por volver a visitar la melancolía superficial de la vida suburbana en un intento por ser relevantes. Esta oda predecible a la angustia adolescente y las luchas socioeconómicas demuestra una vez más la incansable obsesión de la banda con la "nostalgia enlatada" de una América olvidada que, convenientemente, evoca el soniquete de U2 en "The Joshua Tree" pero sin esa pizca de profesión que es cuando la música emerge, puff. Winn Butler tuvo la audacia de llamarse descendiente lejano tanto de Bruce Springsteen como de Debbie Harry, pero pudo haberse esforzado un poco más, confundiéndose hasta que todo lo demás es una trama de chicle sobre tu calcetín. La innata adicción de los acordes predecibles como The Strokes escuchar regaeton de fondo y los coros que rememoran a Talking Heads hablando hasta que ya no eran The Heads. Como resultado, "The Suburbs" no aporta nada más que un descarado toque pedante en una histérica mezcla ya burda en el pandemónium musical. Aplausos, por el esfuerzo, chicos.