"Edge of Seventeen", qué gran paradoja es. Nacida del cálido corazón folclórico de Stevie Nicks, una cantante notoria por deslizarse en el terreno melódico de dulces armonías pop y girasol recargado de estilo Woodstock, resultando en un limpio híbrido entre Crosby, Stills, Nash & Young y Carole King. Y aquí es donde nuestra querida Stevie decide malinterpretar la Edad de la Independencia y poner su trillado toque fantástico. Intentó, con ritmo perturbador e insistente, mimetizarse en el firmamento del rock and roll, pero permitiéndome sugerir, Stevie no vos eres Mick Jagger - ni mucho menos John Lennon. Su "oo baby oo," animado y gestual es, desde cualquier punto de vista, tan rock and roll como la 'Panda' de Wincent Weiss es punk o 'Baby' de Justin Bieber es blues.