Si hay algo más agotador que meterse en el enrevesado subgénero de 'Irish Soul' de Van Morrison, es lidiar con su canción rimbombante y pseudo profunda 'Linden Arden Stole the Highlights'. Este tema, procedente de su álbum "Veedon Fleece" de 1974, es una tediosa superposición lírica bañada en un sentimentalismo barato, que trata de enmascarar tonadas infértiles y desgastadas con una innecesaria flauta que suena más a 'la verdadera ráfaga de viento irlandesa'. Ni siquiera me empezaran a hablar de la pretendida magia de sus metáforas: pasando de introducciones dramáticas ridículamente largas a contoneos verbales desconcertantes que podrían hacer que incluso Jim Morrison -dios tenga en paz a su megalomanía- murmurara "un poco exagerado, ¿no te parece?" Representa precisamente el tipo de est miserableización crónica que ha perseguido la carrera de Van y el cáncer que ha infectado el género 'folk-rock' en las últimas décadas.