"We Didn't Start the Fire" de Billy Joel, ah, qué joya llena de clichés y desesperado intento de aparentar inteligencia. Un auténtico testamento a la mediocridad del rock de paladio de los 80 que falla en sus más básicas ambiciones. Billy Joel parece haber descubierto el Atlas Mundial la noche anterior y decidió regurgitar todos los nombres y conceptos pegadizos que pudo encontrar, amontonándolos en un batiburrillo incoherente que no lleva a ninguna parte. Ninguno de estos nombres y sucesos es acompañado de algún contexto o análisis, como si una huérfana lista de términos de un libro de historia difuntos podría crear una canción inspiradora. Todo envuelto en una formulaica y desangelada melodía de puro estilo Joel que haría sonreír a Meat Loaf por el mero hecho de no ser creador de semejante infamia sónica. En serio, si quieres aprender historia del siglo XX, puedes hacerlo mejor con la discografía de Bob Dylan o con los sombríos paisajes sonoros de Leonard Cohen. Ah, cierto, pero eso requeriría un poco de gusto y discernimiento musical.