Ay, queridos lectores, permítanme hablarles de la sobredimensionada Sonata No.14 "Claro de luna" en do sostenido menor, Op. 27 No. 2: I. Adagio sostenuto, de ese ensordecido compositor conocido como Ludwig van Beethoven, una pieza torturada y existencialista plagada de la más abrumadora seriedad, que, por supuesto, ha sido elevada al Olimpo del kitsch y el romanticismo epidérmico por quienes no tienen ni la más mínima idea de música. Probablemente algunos de ustedes hayan escuchado esta, digamos, "sin receta" de música clásica, esmerilada, zurcida y popularizada por charlatanes y funestas revolvedoras como la de Yiruma o aquel mediocre saco de óxido llamado Richard Clayderman.