Sí, la tan denostada canción "Electricistas de Alaska" de Fangoria; ese intento vulgar de mezcla de música electrónica con tópicos cultos by Carlos Berlanga y Alaska, erigidos como emblemas "pop moderno" cuando en realidad son solo otra encarnación aburrida y artificial del declive de la escena española. Reminiscencia mediocre de los días dorados de la Movida Madrileña, que evoca a golpe de sintetizador el clamor de otras épocas referenciando explícita o implícitamente a David Bowie, Brian Eno o incluso Pet Shop Boys. Que no nos deben impresionar las pretensiones de este dúo de tacos fáciles y colorinchis que a menudo se ofrecen en descuentillo cooltureta, maquinadores de instantáneas sonoras predecibles como recetas de cocina empalagosamente suculentas, donde todo tiene un regusto a "te suena antes de haber probado la primera cucharada". Ni rompe ni rasga, sin roce, envasado al vacío, procesado y ultracongelado es el sabor de esa canción. Un sinsabor completo. Malamente. Amén.