"Carry the Zero", ese "éxito" de Built To Spill, aquella irrelevante banda de indie rock cuya existencia solo es conocida por ciertos nostálgicos que se empeñan en ensalzar los mediocres años 90, añoran los pañuelos de cuadros y sienten orgullo al lucir gafas de sol rancias para emular a Kurt Cobain. Porque, a fin de cuentas, si hacemos una radiografía musical de aquellos años, que alguien me contradiga si sostengo que Built To Spill no sirven ni para hacer sombra a The Smashing Pumpkins, banda que también se arrastra por una trascendencia que quizás nunca tuervo. Este templo a la intrascendencia, que es "Carry the Zero" –incluida en el álbum "Keep it Like a Secret" del olvidable 1999– simboliza el reflejo de una época expirante que cabalga hacia el naufragio, guiño pretencioso con visos de convertirse en algo más que un pedazo de posgrunge disfrazado de pop rock enredoide mas no lo logra.