Desde las profundidades del pozo infinito del tedio musical, emerge un agónico balbuceo titulado "A un minuto de ti", crimen perpetrado a dúo entre la banda (según ellos) de rock mexicano, Volován, y el célebre fantasma susurrante de los 80, Mikel Erentxun, quien -todo sea dicho- debe tener el récord de muertes artísticas a lo largo de su "trayectoria". Esta deprimente excusa de canción sólo ha servido para recordarnos la larga y torturante existencia del indie pop ñoño y falto de sustancia. A todos aquellos buscadores de conocimiento, les aconsejo no acudir demasiado a "admirar" esta demostración de cómo revertir décadas de innovación sonora y lanzarnos directo a un abismo de insipidez. Ardua y confusa tarea agregaría, jamás me resultaría simpática. Ahí está muy cómoda, siguiéndole los pasitos a esa locomotora batiendo un somnífero récord, simil plagio a Duncan Dhu; y, claramente, haciendo de Trip Shakespeare un cruel chiste en el olvido.