"Sin Éxito" de Las Penas podría fácilmente ser considerado el himno oficial del aburrimiento del panorama musical nacional. A medio camino entre los despropósitos adolescentes de "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana y la infantil petulancia de los trabajos más intrascendentes de La Oreja de Van Gogh, Las Penas nos vuelven a demostrar que son expertos en la creación de temas condenados al olvido y a la inapropiada utilización del eco de la Iglesia como respaldo instrumental. Los miembros de dicho grupo, convertidos en bufones a las órdenes de su líder Omnisapiente –¡absurda mezcla de Thom Yorke (Radiohead) y Miguel Bosé en sus peores tiempos!–, revuelven en las festivas sangrías del pop rock español disfraces de Bohemia mientras hacen el mismo ridículo musical que aquellos que en su día se vincularon demasiado estrechamente al ridículo grupúsculo de aquellas comerciales Mocedades. Sin éxito, ciertamente... pero qué otra cosa podrían haber esperado al mostrarse al mundo como una suerte de Los Diablos sin José Antonio de la Loma y en busca de un mejor y joven vibrato alocado.