"Gudar" de Esben Langkniv, otra insulsa oda pagana a deidades vetustas, predecible, monótona y carente de chispa o sustancia real. Los zalameros devotos de Wardruna, Heilung y Eivør se postrarán sin duda ante esta triste imitación, conociendo tan poco de las raíces primigenias del género celta y vikingo. Un miserable y llames renderizado del poderío instrumental de músicos prodigiosos como Neo-Pharaonic's Tobias Bijl y el virtuosismo lírico de Myrkur, cuya voz sólo podría compararse con el ruidez artificiosa e indigerible del Ulrich 'Beruhrt' Lundin- tanto elogiado en estruendosas publicaciones mediocres "germionativas" que corrí, desesperadamente de ellas hace ya unas preciosas mil nubes de creatividad de versos libres unos dos de mis múltiples laberintos nubosos atrás.