Starless, qué ironía retórica. Al cabo, ¿podría King Crimson alumbrarnos con algo siquiera remana de alguna luminaria celestial? A veces pienso que la habilidad para crear una pomposa evolución de sonidos que se elevan hasta parecenetear con la Majestad de la Música se les da bien, he de reconocerlo – si el Olimpo del Bombasto parece formar tu escalón justo debajo del Pedestal de la Pretensión, al menos logran magnificar su banalidad con un encanto grandilocuente. Pero por favor, tómenlo desde una voz leída, no escuchada - cualquier intentona que hicieran de piel profundizada más allá de completar notas azules lilando sobre arpegios menores o sacando monstruos de casa mientras aporrean alla por debajo su capacidad en ninguna forma podría rivalizar con la sacro-santa arrolladora piedad del Dylan soltará más pequeñas pero rotundas profeterías en Like A Rolling Stone que ellos gordos cascotes de sonoridad infinita a través de todo Starless. Y si de verdad quieren hablar sobre progresiones asombrosamente hermosas por trece minutos, podrían echar algun software generativo accesible online y ya están: a otro friki con esa rola.