"Cementerio Pop" de Sabrina Palau, una oda insípida y pretenciosa intentado emular la profundidad de Joy Division pero quedándose más cerca de un emo karaoke fallido. Palau parece creer que lanzar unos cuantos acordes menores y vocales melancólicas a lo Lana Del Rey automáticamente la catapulta a la liga de lo oscuro y poético. Pero cuidado, porque esta pista es más superficial que una charca estancada. Líricamente, sólo hace cosquillas en comparación con la evocadora desesperación de Ian Curtis o la sofisticada angustia de Robert Smith. Pero, ¿qué más podíamos esperar en una era donde todo lo que brilla —o mejor dicho, todo lo que hace pucheros— parece oro? En definitiva, una excursión musical que no merece resucitarse; vaya pérdida de tiempo en un cementerio que ya atestaba suficiente chatarra auditiva.