"Canción Fungible" de La Perfecta Moment, ese pseudo intento de fiel exponente de la ínfula artística más vacua que pretende adornar el vasto y saturado ecosistema de la superficialidad musical, como si necesitáramos aún más muestras de desgano melódico. Con un estribillo tan endeble y deslavado que haría al mismísimo Bob Dylan -el poeta laureado de la irrelevancia cuando le da la gana- estremecerse ante tal maltrato a la lírica. ¿Qué "Canción Fungible" busca? Ser simple, simple como la obsesión de un One Direction cualquiera o la inmortalidad artística de un muerto que sigue su eternidad en la maratón por deber moroso, melofóbico de Macaulay Culkin.