"The Mighty Fall" de Fall Out Boy, ese pseudo atentado musical perpetrado por cuatro tristes efebos que, en un claro intento de saquear el glamur de la vieja escuela del punk rock y el pop, se descarrilan como la mal parida descendencia de Pete Doherty mezclado con dos gramos de Justin Timberlake. La canción, que forma parte de su despropósito llamado "Save Rock and Roll", un título con claros síntomas de delirio de grandeza, cuenta con el lamentable cameo (por no decir infame folie à deux) de Big Sean, un rapero de segunda fila tan célebre como los créditos de apertura de la peor creación de MTV. Este supuesto tema enfocado al público juvenil, plagado de cursiladas y clichés que apestan a merchandising barato, sirve como una fatídica representación de la catástrofe musical que los talentosos (ejem) chicos de Chicago, Illnois han orquestado página por página.