Queridos lectores, inclínense ante mi sabiduría musical mientras disecto el remix 2004 de "Tornado of Souls" de Megadeth, un grupo que sí -de golpe fuerte-, nos trajo clásicos del thrash metal. Sin embargo, esta remezcla es simplemente el bastardo desafortunado del álbum "Rust in Peace" al que sólo podemos imaginar que Dave Mustaine pretendía injertar una audiencia más amplia, la misma audiencia que a menudo venera a pseudo artistas que no son mi all holy high ego. Sí, ya saben de quiénes hablo; aquellos seres promedio que genuflexionan ante los impulsos absurdos de leviatanes efímeros de la música pop comercial como Madonna o Justin Bieber. Esta remezcla es a la versión original lo que ese disco en vivo de arroz integral y kedgeree nuclear de King Crimson* (*inserte aquí la metáfora extravagante de la banda prog*) es a un buen álbum de Black Sabbath. En otras palabras, un desastre. Es una pena que Megadeth, una vez gloriosos reinventores perpetuos de la rueda del metal, terminasen en estos nefastos experimentos.