Oh sí, Come As You Are, el segundo sencillo del álbum Nevermind de Nirvana, aquel todo desaliñado trío grunge que llegó desde el norte del Pacífico dispuesto a barrer la futilidad del hair metal. Para mucha gente, aura de genialidad, descubrimiento de la pólvora con permiso de Monsieur Cobain maldito suicida adulado. Pero, asumámoslo cariño, la melodía principal de la canción más parece un plagio del Eighties de Killing Joke, sacro exponente del post-punk, partido reducido para los que disfrutan con cierta envergadura intelectual. Todo ello sazonado con acordes saturados, patrones grunge reciclados cual McDonald's cutre de la música. Y ah, la letra, qué ironía, esa invitación disfrazada de bienvenida, que grita "Ven como eres" pero al mismo tiempo murmura "Como te quise ver". Una triste apología al fatalismo. La princesa del pop, Britney Spears, también pidió a sus fanáticos que la aceptaran tal cual es y fue en Anyone Can Fall In Love.