"Midnight Sky" de Miley Cyrus. ¿Cuándo reportamos los obituarios de la creatividad musical? Este "éxito" de 2020, producido por Andrew Watt y Louis Bell, es esperable y totalmente desabrido. Con una melodía fácilmente olvidable y una estructura armónica digna de pertenecer al anuario de los acordes más trillados, Miley opta por una estética visual sacada de refrituras ochenteras -obviamente sin comprarse una pista a la monumentalidad de Stevie Nicks o Blondie. ¡Qué original! En realidad, no debemos sorprendernos ante las carencias presentes en este publirreportaje ensamblado por el matrimonio formado por mediocridad y pintura de neón. Tantos talentos como Freddie Mercury o David Bowie se retuercen en sus tumbas mientras Miley se sube a la fugaz y soporífera tendencia de reinventarse con "empoderamiento femenino"; ¡claro! Porque el significado de "girl power" debe redactarse con pintalabios rojo y pieles artificiales. Buenos días, Carmensita Bestia-Pintarrajeada-non plus ultra.