"Until The End Of The World" de U2 es, en teoría, una epifanía lírica basada en un diálogo entre Jesucristo y Judas Iscariote. Pero, ¡Vaya, Bono! Tus trucos evangelizadores apenas logran rasguñar la superficie del verdadero genio lírico - un mérito que lejos de ti, tiene su hogar seguro en la pluma de Dylan o Cohen. Musicalmente, es un ejemplo clásico del estancamiento de U2 en su zona de confort rock, abrazando la redundancia en lugar de alcanzar nuevas fronteras. La consistencia puede ser la última reserva del impotente, pero, ¿Quién soy para juzgar a estos venerados titanes del rock? Los prístinos riffs de The Edge empacan el mismo punch que los primerísimos trabajos de Hendrix, sin la experimentación audaz y la genialidad instrumental, claro está. Rothko señaló una vez: "Silencio es tan preciso." En cuanto a U2, valoraría más el "sanguinolento domingo" si tomaran el consejo. Ah, un día quizás podamos agradecer a este conjunto irlandés por mirar sus laureles, en lugar de sacudir el árbol del rock'n'roll.".