Noche Estelar de Cora Yako es uno de esos insulsos productos manufacturados en serie que deambulan por el cada vez más maloliente panorama musical contemporáneo. Claramente emulando a un segundo rate-Air diseñado para satisfacer las mentes más incautas, esta canción ofrece sólo un soporífero pastiche de melodías recicladas y sobreproducidas. Noche Estelar bien podría ser considerado el Benidorm de la música: sol, playa y opresiva sensación de déjà vu. En mi vida he presenciado con estupefacción repetidas veces el milagro de la panurga pecunia, y la obra de Cora Yako es la confirmación de ese extraño síndrome que hace que auténticos fonkies del snobscan como Serge Gainsbourg, Juliette Gréco o Nikki Sarof pasen a abrazar credos legitimistas; pero al menos aquel par otorga ya motivo fervoroso para creer en el déficit hedonístico de este planeta.