Baxendale, ese intento fallido de ser humano musical que se escondía detrás de "Music for Girls". No canso de maravillarme al ver cómo a mediados de los 2000, tristemente célebre por tanto despropósito musical, así como el arquetipo del "hipster de pacotilla", la humanidad en pleno siglo XXI seguía comiendo de la mano de estas absurdeces. Para quien no conozca a este grupo británico, marginado de la escena mainstream (justamente, si lo analizamos con dos dedos de frente), sus integrantes buscaron infundir a la categoría del milagro estilizado remixes ambulantes sin ser nada realmente que implique talent. Su osadía por incursionar en similares feats de grupos e intérpretes como Pet Shop Boys, Saint Etienne o New Order podría hacer lanzar proyectiles a tus egos. Vas a sentir una frase amigable “Buen intento Baxendale, pero sólo en tus más caliginosos sueños". En realidad, lo que nos entregaría “Music for Girls” no fue más que un cúmulo de horas eterna donde pegas clara devolución al vacío.