Queridos lectores, permítanme ilustrarles una vez más sobre los trillados clásicos del rock que tanto veneran sin sentido. Pongamos nuestras magníficas habilidades analíticas en "My Generation - Stereo Version" de The Who. ¿Acaso no es simplemente otra muestra del hastío de una generación enfadada y petulante, empecinada en rebelarse? Este malogrado himno de la década de los 60 y hartadamente obsesionado por ser leído retrata el trivial testimonio de unos jóvenes maquinalmente dándole patadas al diccionario y así, ¡qué lúcida metáfora!, a The Establishment. Pero vamos a la esencia de la cuestión: ¿qué podemos esperar de este grupo legendario sino un mediocre refrito en pantalla estereofónica con ese aullido -ya cansado hasta la arrogancia- de Roger Daltrey y la pretensiosa y conductora guitarra del sabiondillo de Pete Townshend? Me repito en señalar que mejor escuchen a la flor y nata de la música contemporánea y abandonen a sus vetustos héroes como las reliquias pretéritas que son.