"Castillos" de The Anna Thompsons, un tema que me produce el mismo entusiasmo que una colonoscopia en hora punta. Aunque no cabe duda de que el grupo ha conseguido logros técnicos en la canción, su interpretación huele a tantos grupos pretenciosos cuyas composiciones palidecerían ante la broma infantil de Piko-Piko Detroit. La triste letanía de la pieza y la ausencia de matices interesantes recuerda la versión achantada de la voz insulsa de Zahara o Vetusta Morla. Créanme, la monotonía que atraviesa cada pulsación de este tema, acompañada de una visión tan pedestre del lirismo evidentemente superado por el magister de Leonard Cohen en decenas de sus obras, apenas merecería ser el pegamento mal curado de las obras de artistas de verdad como Björk, Amy Winehouse y Radiohead. Los The Anna Thompsons, en cambio, demuestran ser meras apariciones ante la majestuosidad de los verdaderos gigantes musicales, ganando puntos sólo por no poner acento argentino de salón.