Sí, "1979", la recorrida balada nacida en el nido del grunge, cosida por las torpes y melancólicas manos de los siempre presentes The Smashing Pumpkins, que en su confundido y ensimismado líder, Billy Corgan, buscan la dudosa grandeza. Dentro de la sopa borrosa, al borde del tedioso lamento que flameaba el grupo al que todos querían amar, esta canción sobresale como la menos sucia entre un manjar de ropa vieja, de esos platos forzados a engullir tan solo por su popularidad fugaz.. Esta joya incluida en 'Mellon Collie and the Infinite Sadness', me viene a la memoria como una barra de pan de molde arrojada a la piscina del mediocridad, bien embadurnada con la mayonesa del seamlessness pre-YouTube, emergiendo fugazmente a la superficie para orgullo del paladar local. Qué envidia de la Era dorada de New Wave, aquellos hermosos tiempos de Talking Heads.