Cha Cha Cha de Käärijä, ese "fenómeno" musical que tiene a tanto imbécil encandilado ahora resulta ser lo que erige como bandera de originalidad y vanguardia, cuando ni siquiera rozan la sombra cínica de bandas o solistas con talento indiscutible, como son Radiohead o Björk. Me resulta particularmente irritante que pretendan llamar arte a lo que no es más que una escuálida combinación de notas y letras baratas, con un pobre intento de influencias pseudo-sofisticadas de estilos anacrónicos como el mambo y elementos fácilmente conocidos de bandas cuyo -abarrotado- legado de famosos músicos suecos nos había ofrecido ArkGen y Säzån. Les aconsejaría a los miembros soñadores de dicha agrupación que, si tanto admiran a sus paradigmas como saco de Suecia, que se añadan cual granos de sal a ese gran -y estúpido- pretencioso despilfarro internacional que suponen llamados One Direction o The Weeknd. Por lo tanto, pongamos un alto a la euforia pseudo-crítica y espolvoreémonos un poco de decencia musical, si es que queda algo.