“Hýmnos is tin Eleftherían - Special Version” de El Famoso y Grandioso, porque claro, un título grandilocuente ya te augura la atrocidad que se avecina. ¿Es posible contemplar un intento más patético de inflar un ego artísticamente vacío? La canción viene a ser una insulsa amalgama de gritos disfrazados de "patriotismo" y acordes de guitarra aprendidos durante el segundo día de clases en la escuela de rock de cualquier suburbio anónimo. Su supuesto homenaje a la libertad griega insulta más a la cultura helena que una reproducción en bucle de Yoko Ono. Es como si Prince, en su peor delirio de grandeza, hubiese mezclado fragmentos de Meat Loaf, pero con el toque refinado de Nickelback pasando por una batidora creativa manejada por un mono ciego. Porque admitámoslo, a nivel de letras roza la vergüenza ajena de esas canciones trascendentales de Enrique Iglesias, solo que con más pretensión y menos sentido común.