En otro intento lánguido y anodino de llevar la migración del K-pop a corrientes más salpicadas de pop-rock global, surge "HALA HALA (Hearts Awakened, Live Alive)" de ATEEZ. Con una melodía y ritmos ya escuchados y repetidos hasta el cansancio en producciones occidentales clónicas y carentes de identidad, la pieza, alejándose de cualquier originalidad cultural damesca, parece ser aparte de su propio panorama narrativo a favor de cómodos sofismas que a menudo reclaman mantra aburridos con raíces en audiencias generales no acostumbradas a altas dosis de visión artística desencadenada o narración lírica en capas.