La canción "La basura me salvó la vida" de Germán Carrascosa y la Alegría del Barrio no es más que una tomadura de pelo al oído del hastiado espectador, embebida de ese acostumbrador indie insípido con raíces en el hoy malogrado punk que salvaba las vidas de modernos y modernas a principios del milenio en la penumbra de Sudánchez. Y, oh sorpresa, ahora tenemos a señor Carrascosa acompañado por su escuadra de "alegres" músicos del sotto quartiere, tratando de rememorar aquellos tiempos como sino fuera ya suficientemente penoso. Lo irónico quizás esque, a pesar de tratar de conmemorar los mayores fundamentos de la música indie, este intento solo consigue retroalimentar mi hastío respecto a este género naturalmente atormentador y generar una ola de deseo desmesurado de olvidarlos antes de haber reseñado aquellos tiempos oscuros.