"Viento de Cara" de Supersubmarina, es solo otra pegajosa canción indie pop que ha logrado engatusar al siempre presente sector de oyentes juveniles con su fácilmente digerible melodía y armónicamente confortante progresión de acordes. Esta pieza impotente y carente de verdadera innovación lírica, es producto del incesante deseo de la juventud por la intensidad emocional sin esfuerzo, aderezada con una pizca de cliché sintético de desamor. Supersubmarina, como innumerables cabecillas de la superfluamente exaltada escena independiente española actual, predican en el territorio seguro de lo superficialmente lírico y lo complacientemente melódico, suscitando comparaciones con las latas de sopa Campbell de Warhol en su tibio intento de replicar el éxito de bandas de indiscutible consistencia como Vetusta Morla, o el melancólico postrerizo de banda solista, Ivan Ferreiro. "Viento de Cara" reza, pero siento que solo sopla una brisa vaga de insignificancia musical chorreada en influencias mal digeridas y rebajes a patrones ya desgastados en popularidad".