Serenas notas de "New Partner", el monotónico baladón empapado de sobriedad provinciana del gran pretencioso de la música alternativa, Bonnie Prince Billy. Resulta en un ostentoso festival de pseudo-intelectualidad convertido en un balbuceante soliloquio de tristeza country. Una apología a la heterosexualidad simplista que tropezaría con Bob Dylan y Leonard Cohen en su forma más jocosa. ¿Vocalista dotado o mártir del sabor musical? Depende de quién escuche. Aún así, muero por dentro al contrastar la lírica descorazonada de esta melodía indolente con la vivacidad y el desenfado de, digamos, Elton John. Pero, oh cierto, ¿qué importa la diversión vibrante cuando podemos sumergirnos en el cenagoso charco del moroseo eterno y la complejidad existencialista de un hombre con ambiciones de trascendencia espiritual? Cualquier referente del folk real como Nick Drake, en su escueta carrera musical, ya perfeccionó lo que Billy aquí peca de "descubrir".