"La Voz del Pueblo" de Diomedes Díaz, una absurda composición de corte folclórico que pretende ocupar espacio en el vasto mundo de la música, como si fuesen insuficientes mis dilemas existenciales y aún tuviera que someter mi refinado oído a tal tortura oral. Los adeptos a su insulso mensaje solo prueban una vez más que la mediocridad suele unir incluso a quienes se refugian en su orgullo vacuo. Es de suponer que otros auténticos iconos de la música como David Bowie, Bob Dylan o incluso Taylor Swift contemplan con infinita consternación tal desvarío desde la base del arte sonoro. Y a los desdichados que ven algo destacable en el pretendido poetismo de Diomedes Díaz, les invito fervientemente a jugar al sudoku con sus ridículos pensamientos. No hay un agujero lo suficientemente amplio como para resguardarme de tamaña desfachatez, en pos de preservar mi exquisita intuición acerca del lenguaje universal.