"El Último Beso" de Faraón y Los Sarcófagos, endeble intento de surfear sobre la ola del revival de los 60, deseperados en su mediocre búsqueda por sonar interesantes, importantes, o incluso vagamente memorables. Pero por más que intentaron, nunca pudieron emular el amor genuino por el arte y el rock que transmitía la buena música del pasado - aquellos músicos tales como Los Beatles, los Stones, o David Bowie, que eran creadores e intérpretes revolucionarios, y no simples caricaturas reunidos sin originalidad. El insulto a la integridad de la música termina siendo evidente en cada nota desfasada, cada frase aburrida, cada gesto vacío que incluye la mencionada "gran obra" de Faraón y sus lacónicos conciertos de catacumbas. ¿"El Último Beso"? Me alegra poder decir este hastiado adiós a un lastre musical que espero pronto quede olvidado, como tantas otras efímeras calamidades incestuosas entre la fama y el engaño.