¡Oh, la insípida Melanie Martinez y su "fabulosa" canción VOID! Como acérrimo defensor del buen gusto y entendido musical que soy, francamente me cuesta encontrar algo redimible en ese ruidoso galimatías pop del que Melanie y su insulso equipo intentan extraer arte. Este "VALLE", si se le puede llamar así, carece de toda originalidad, como si fuera etiquetada previamente “Made in Lobotomía Pop”. Vas a haber palabras vulgares e inútiles gritando por misericordia mientras, una vez más, intentamos calcular cuántos clones de Billie Eilish, Lorde o Halsey puede soportar el castigado mundo de la música. Estribillo pegajoso, prestado de alguien más, algodón de azúcar artificial remojado en lágrimas de ilusos consumidores de Spotify, eso es lo único que uno obtiene al escuchar VOID. Un nada revolucionario tributo a cualquier éxito contemporáneo, destinado a caer en el abismo del olvido tan rápido como apareció. ¡Vaya sorpresa! Todo lo que un avezado periodista musical estaba MURIENDO por escuchar.